Fuente: La Política Online
El ministro de Ambiente criticó las empresas canadienses y australianas. Reconoció que la extracción es necesaria, pero que sería «otro cantar» si tuviera una compañía propia.
El ministro de Ambiente Juan Cabandié expuso por teleconferencia ante la Cámara de Diputados y reconoció que se opone a los proyectos de megaminería, pero admitió que no podrá evitarlos mientras no exista una empresa nacional a cargo de la extracción.
«No estoy de acuerdo con la megaminería, pero al mismo tiempo, entiendo que hasta en las sillas en las que nos sentamos hay origen mineral. Entonces, lo que hay que cambiar es la manera en la que tenemos minería», respondió a un reproche de la diputada de izquierda Romina del Plá. «Si tuviésemos una robusta empresa nacional de minería se arbitrarían los medios para que no nos dejen pasivos sanitarios», sugirió.
«Pero tengo una empresa australiana o canadiense que viene por 10 años, extrae lo que está acordado en el convenio y otras cosas, obtenemos impuestos a partir de una simple declaración jurada a boca de pozo, me dejan pasivo sanitario y me contaminan el agua. Ahí sí estoy de acuerdo con lo que dicen muchas personas: que es más importante el agua que el oro».
«Entramos en una contradicción: que muchas de las cosas que tenemos son de origen mineral. Ahí la discusión que tenemos que dar es que la megaminería nos perjudica a todos: unos obtienen ganancias y las llevan afuera del país y otros obtienen impuestos por una escala muy pequeña en relación a la ganancia. Si tuviéramos un empresa nacional, sería otro cantar», insistió.
Del Plá le había reprochado la ley de Mendoza que habilitó los proyectos mineros de esa provincia con el voto del peronismo local, que es oposición, y Cabandié recordó que fue él quien le bajó el pulgar cuando la gente salió a las calles.
«Las empresas mineras siempre tiene que tener licencia social. En Mendoza quedó demostrado que no la tenían y lo hicimos público. Era responsabilidad del Gobierno local, pero el agua era responsabilidad de todos. La decisión siempre es de las provincias, por la reforma constitucional del 94».
Interrumpió su exposición el radical Gustavo Mena, pera recordar que en Chubut la minería está prohibida y el gobernador Mariano Arcioni negocia con el gobierno su habilitación. «La diversidad de opiniones es un valor. Puede que no siempre tengamos las mismas opiniones. Nadie nace sabiendo en los temas ambientales», se escabulló el ministro.
También reconoció que fracking, el sistema de extracción de gas no convencional utilizado en el poderoso yacimiento Vaca Muerta, produce «pasivos ambientales», pero que es un mal necesario mientras no se cambien «las matrices energéticas vinculadas al transporte. Y primero hay que debatir cómo hacer esa transición».
Cabendié expuso este miércoles ante la comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano de la Cámara de Diputados, presidida por el oficialista Leonardo Grosso, donde detalló el plan para el manejo de residuos peligrosos en centros de atención sanitaria de emergencia, el control ambiental en comercios, la provisión de equipamiento, entre otras medidas tomadas durante la pandemia.
Dijo que entregó maquinaria a 120 municipios y aseguró que lograron un compromiso con el objetivo de construir una red en el tratamiento de residuos patogénicos. «Establecimos un compromiso municipal y también federal para el tratamiento responsable de la basura con la separación desde su origen y esto permitió que esta política pública quede institucionalizada», añadió.
Detalló el convenio con Consejo Federal de Medio Ambiente (COFEMA), para monitorerar la información «en tiempo real de distintas zonas para preservar la calidad de vida», pero la mayoría de los diputados se concentraron en la contaminación de los grandes emprendimientos productivos. Como la minería.