Ya se registró un caso de COVID-19 en un agente. El principal reclamo es «no morir en la cárcel», como rezan las banderas que los presos descolgaron desde los techos. Los tiros se escuchan a dos cuadras. El perímetro está cercado por policías. Los presos subieron a las terrazas de los pabellones. “Tomaron la planta uno del penal, el nivel reservado para narcos y detenidos que cursan estudios universitarios”. La fuente se sorprende: los disturbios suelen comenzar en los sectores poblados por detenidos acusados de delitos violentos como robo y homicidio. Otra fuente de peso dentro del Estado coincide: “No sé qué les van a dar para que se calmen. Esto ya escaló a nivel político”.